martes, 30 de julio de 2013

¿La historia se repite?...

¿La historia se repite?...

En la gran depresión de la “economía española” de los cuarenta, [producto de una contrarrevolución de las fuerzas reaccionarias, burguesías locales, burguesías agrarias, la iglesia “católica, apostólica y romana” en alianzas con burguesías europeas y norteamericanas], la gente, millones y millones de personas, pasaron hambre material, unida ésta, a la represión brutal y asesina de la libertad y de la vida.

   




   Fue al menos durante década y media, (hasta el 55) los años del hambre, del estraperlismo (hoy diríamos corrupción y cohecho, para conseguir contratos millonarios de las administraciones), de la escasez de productos necesarios para llegar a un número determinado de calorías, de las enfermedades debido a la malnutrición, de las altas tasas de mortalidad infantiles, de los cortes de energía (eléctrica, petróleos, etc.), de la falta de agua, de la ausencia de unos mínimos vitales de higiene, del hundimiento de los salarios, de millones de obreros en zapatillas y con condiciones laborales precarias, más que precarias, miserables…tiempos de frio y miedo…

   El Estado español, parece reproducir condiciones políticas, sociales y laborales, en estos casi 6 años de “gran depresión” de “crisis estafa”, al igual que en los años del hambre y plomo de los 40.

   “La Gran Depresión” parece que se extenderá al menos otros 6 años. El hambre, la malnutrición, la escasez de productos necesarios, son portada de periódicos “serios” internacionales. Los comedores sociales, los bancos de alimentos, son quienes han asumido la responsabilidad de que varios millones de personas puedan seguir sobreviviendo esta existencia de “mierda”. La gente a cientos de miles, es desahuciada de sus casas, de sus hábitats y el frio y la ausencia de calor en muchas viviendas, es una constante en su cotidianidad.

   Los salarios de millones y millones de asalariados y asalariadas, han retrocedido tres décadas, esta vez con el mismo método que en aquellos tiempos de hierro y hambre: los patronos, los empresarios, a través de sus representantes políticos, han legislado leyes de hierro que legaliza el robo por desposesión de las rentas salariales y, sacralizan, es decir, llevan a esa ley suprema -constitución le llaman-, la especulación de los banqueros, donde se les garantiza que todos los dineros públicos sólo tienen un fin primordial, el pago de los intereses de una deuda contraída ilegítimamente, con banqueros, financieros y especuladores de todo tipo y pelaje.

   Los patronos, hoy llamados mercados, hacen fiestas con los políticos en la Moncloa, en los grandes Hoteles, en los Foros Internacionales, en los Palacios Reales, para celebrar con champan o cava, que por fin los obreros, las clases asalariadas están domadas: aquí trabaja quien el patrón diga, durante el tiempo que el patrón diga y con salarios de subsistencia.

   Condiciones laborales peor que precarias, ausencia de libertad del trabajo y, para que no falte ningún elemento de miserabilidad de la existencia de la mayoría, como dice el dicho, a la “vejez, viruelas”, menos pensiones y menos cantidad de pensión.

   La fuerzas políticas y económicas que abanderan este “golpe de estado” a la democracia, a la libertad, son equivalentes a aquellas del 36: burguesías nacionales representadas por los políticos de turno y extranjeras (FMI, Comisión Europea, BCE), patronales hoy representadas por el poder financiero bancario (Santander, BBVA, Sabadell, Banco Popular, La Caixa, Bankia…) y el poder industrial (Constructoras: como Sacyr Vallemorso, ACS, FCC, OHL…, Energéticas: REPSOL, IBERDROLA, GAS Natural Fenosa, ENDESA…Telecomunicaciones: Telefónica, ONO, SOGECABLE, El Pais, El Mundo… y sus varios cientos de miles de ejecutivos, consejeros, directivos, que ingresan de media “por sus servicios al capital” 1,7 millones de euros anuales.

   Estos son los responsables de que en el estado español haya hambre material (otra vez) y millones y millones de personas se mueran de sed de justicia.

   Nadie, absolutamente nadie se merece volver a vivir años de “hambre y plomo” y, todo depende de la capacidad de reacción que tengamos los millones y millones de personas que hemos sido (y nuestras generaciones también) ninguneados, espoliados y robados, en nombre de un “mercado libre”. No consintamos volver a lo mismo, en nombre de lo que sea y que se parece mucho al grito del 36 “España,una, grande, libre”. No dejemos que la historia se repita, aunque sea con sus propias especificaciones y determinaciones de este siglo XXI.

DMC