domingo, 25 de octubre de 2015

Coincidencias. Ferrer i Guardia

Coincidencias. Ferrer i Guardia


Lo que me sorprende de todo esta polémica artificial y patética que han montado los nacionalistas catalanes y españoles con el aniversario del fusilamiento de Companys y la coincidencia con la declaración de Artur Mas ante los tribunales -no puedo evitar recordar ante esta coincidencia buscada por todos el 18 Brumario de Luis Napoleon Bonaparte, donde Marx dice aquello de que “la historia se repite dos veces, la primera como tragedia y la segunda como farsa”- es el olvido de otra persona magnífica y ejemplar. Me refiero a un auténtico visionario y un verdadero luchador contra el principal problema de la España del sigo XIX, del XX…y del XXI, el oscurantismo: Francesc Ferrer i Guardia, que, además era catalán, aunque a este coinciden en reclamarle y reivindicarle poco ambos nacionalismos: el catalán y el español.


Francesc Ferrer i Guardia fue fusilado el 13 de octubre de 1909 en el Castillo de Montjuic, como Companys, pero claro, murió gritando un “¡Viva a la Escuela Moderna!”, cuya creación y obra, y cuyo compromiso con la ilustración y la educación jamás le perdonaron ni la derecha española ni la derecha catalana, y entre ambas, con la ayuda del rey Alfonso XIII y el diario ABC, y la complicidad de los periódicos afines a la Lliga Regionalista, fabricaron unas acusaciones falsas contra él y le responsabilizaron de los sucesos de la semana trágica de Barcelona. 


Compayns fue un hombre de su tiempo. Se vio envuelto en unas circunstancias que le costaron la vida, y probablemente él mismo se llevó antes alguna vidas por delante. No me cabe duda de que fue una persona honesta y una víctima del fascismo. Pero Ferrer i Guardia fue una persona ejemplar que sembró una semilla que aún hoy está dando frutos. 

Por eso, Companys murió gritando “¡Visca Catalunya!”, o sea, ¡Viva nada!, como José Antonio -que murió igual de injustamente que Companys- murió gritando “¡Arriba España!”, o sea, ¡Viva nada!, mientras que Ferrer murió gritando “¡Viva la Escuela Moderna!”, o sea: ¡Viva el futuro!

SANTI